La Lista de Lavandería
En ACA tenemos varias características en común por haber crecido en un sistema familiar alcohólico, drogadicto o disfuncional. Si te identificas con algunas de estas características y quieres cambiar, tienes a tu disposición el programa ACA.
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Nos dan miedo y nos aislamos de las personas, sobre todo de las figuras de autoridad.
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Nos convertimos en buscadores de aprobación y, en el proceso, perdimos nuestra propia identidad.
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Nos asustamos de la gente enfadada y de que nos critiquen.
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O bien nos convertimos en alcohólicos, nos casamos con ellos, o ambas cosas, o encontramos a otra personalidad compulsiva como un adicto al trabajo para llenar nuestras necesidades enfermizas de que nos abandonen.
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Vivimos la vida desde el punto de vista de víctimas y nos sentimos atraídos por esa debilidad en nuestras relaciones de amor y de amistad.
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Tenemos un sentido sobre desarrollado de la responsabilidad y nos resulta más fácil preocuparnos de los demás que de nosotros mismos. Esto nos permite no tener que mirar demasiado de cerca a nuestros propios fallos.
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Sentimos culpabilidad cuando nos hacemos valer en vez de ceder ante los demás.
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Nos convertimos en adictos a la excitación.
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Confundimos el amor con lástima y tendemos a “amar” a las personas por quienes sentimos “lástima” y a quienes podemos “rescatar”.
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Hemos reprimido los sentimientos de nuestra niñez traumática y hemos perdido la capacidad para sentir o expresar nuestros sentimientos porque duele demasiado (negación).
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Nos juzgamos a nosotros mismos con dureza y tenemos una autoestima muy baja.
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Somos personalidades dependientes, aterrorizados de que nos abandonen, y haremos cualquier cosa para aferrarnos a una relación con tal de no experimentar los dolorosos sentimientos de abandono que recibimos de vivir con gente enferma que nunca estuvieron presentes emocionalmente para nosotros.
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El alcoholismo es una enfermedad familiar y nosotros nos convertimos en para-alcohólicos y adoptamos las características de la enfermedad aunque no bebimos.
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Los para-alcohólicos son reactores en vez de actores.
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Adivinamos qué es lo normal.
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Tenemos dificultad para seguir un proyecto de principio a fin.
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Se nos dificulta divertirnos.
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Se nos dificulta sostener una relación íntima.
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Nos tomamos muy seriamente.
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Reaccionamos exageradamente cuando se dan cambios que no podemos controlar.
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Generalmente nos sentimos diferentes a otras personas.
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Somos extremadamente leales aun sabiendo que esa lealtad no es merecida.
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Tendemos a encajonarnos en un solo curso de acción sin considerar otras opciones de comportamiento o las posibles consecuencias. Esta impulsividad nos lleva a la confusión, auto repugnancia y pérdida de control de nuestro alrededor. En consecuencia, gastamos más energía componiendo lo que salió mal que la que hubiéramos utilizado en analizar bien las opciones y consecuencias desde un principio.
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Tendemos a buscar la gratificación inmediata en lugar de la gratificación diferida.
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Generalmente actuamos exageradamente porque en el fondo tenemos miedo.
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Somos ya sea súper responsables o súper irresponsables.
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Constantemente buscamos aprobación y afirmación
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Creemos que tenemos más problemas con la sexualidad que el resto de las personas.
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Somos sumamente sensibles.
Tony A. 1978
SI TE IDENTIFICAS CON ALGUNAS DE ESTAS CARACTERÍSTICAS TIENES A TU DISPOSICIÓN EL PROGRAMA ACA.